Anoche, al llegar a casa, busqué ilusionada en el buzón de la correspondencia; estaba vacío. Subí rápido las escaleras, esperando encontrar, pegado sobre la puerta, el aviso de la empresa de mensajería; pero no estaba. Traspasé el umbral con la esperanza de que lo hubieran colado por algún resquicio. “Nada sucede en la víspera”, decía aquel refrán que repetían los abuelos. Y tan cierto, que fue esta mañana cuando el cartero puso en mis manos un sobrecito amarillo con los cinco primeros ejemplares de mi nuevo poemario, Víspera del fuego, que acaban de publicar las Ediciones Intempestivas en Monterrey.
Pero si tomamos el año como el tiempo comprendido entre dos aniversarios de nacimiento, todavía falta un libro más: Bajo esa luna extraña, una antología personal, la más completa, que el martes próximo saldrá al mercado en España desde los hornos tibiecitos de Efory Atocha, inaugurando —¡qué honor, Chago!— su colección de poesía hispanoamericana. Un año de poesía ha sido 2011, el regreso a esa Ítaca de versos, mi única tierra firme.
Pero lo que ahora se ve —y a ratos pareciera increíble— es sólo la cosecha de tantos años. Cuando abrí mi nuevo libro esta mañana, uno de los primeros recuerdos fue la recomendación de Barquet, allá por 2004 o 2005, de quitar el artículo en el título original. Porque La víspera del fuego —como entonces se llamaba— empezó a nacer en la última década de la pasada centuria. Entre sus páginas está el inicio de mis enrancias y aun antes, las veladas en el asteroide de Soleida, una tarde de café con menta en
21 son los caminos de Elegguá y otros tantos los que transcurren en esta Víspera. Una llovizna con olor a yerbabuena, un dominó en Bizancio, dos estrellas binarias ocultando sus nombres. Y una caja de té, un aeropuerto que son muchos y un tocadiscos de aguja con sones santiagueros. Bajo ese olor a café recién colado hay mil ciudades, ciertas noches desveladas en el cuarto de mi madre, varias mujeres y algunos hombres que me toman de la mano. Y los rieles de un tranvía y el muro de una iglesia y en cada una de sus páginas Cuba, eterna, como un estilete, como una inquietud salobre debajo de la lengua.
El tomo editado por Intempestivas, con la generosidad de Héctor Alvarado y Livier Fernández Topete y el cuidado diseño y diagramación de Alan Flores, tiene cuatro bellísimas ilustraciones de Erika Kuhn. Cuatro mujeres que esperan. Entran y salen pájaros de sus bocas, de entre la tela de sus vestidos. Dos de ellas tienen una expresión sombría; en las otras persiste la esperanza.
Para adquirir el libro siga las instrucciones que se explican AQUÍ.
Víspera del fuego se presentará el domingo 26 de febrero a la 1 de la tarde en
22 comentarios:
Lo dicho, ¡felicidades!
Me da gusto la alegría que se nota en tu post, a modo de presentación, de este nuevo libro.
¡Y que sea con salud!
Saludos, paisana.
Una cosa curiosa que se me acaba de ocurrir. Siempre que intento entrar a este blog tuyo, pongo: "elparque...", con artículo. Y no, es sin él.
Algo sobre eso contaste aquí mismo.
Nada, boberías mías. :-)
Muchas felicidades por este logro, yo siempre supe que cosecharías muchos éxitos, que aquellas mariposas blancas y hermosas que te revoloteaban como cosas bonitas que quería llegar a ti, por fin se podrían posar sobre una Odette clara y segura de lo que persigue en lo profesional. Enhorabuena y que todo se siga acomodando para bien en todos los ámbitos de tu vida. Te quiero mucho
Dora
Felicidades merecidas por paridora de libros que asumo desde el lector, es imposible en poemas o narrativa no convertirse en parte de tus entregas, de eso se vale mucho tus letras, suena, y toma unas chelas a tu salud.
JC Recio
Enhorabuena, Odette! Todos estos títulos hablan, además de talento, de trabajo y perseverancia, atributos sin los cuales no hay obra posible. Que se sigan abriendo los caminos y que el 2012 sea también un año de luz. Abrazos!
Hermana te mereces todo lo bueno que te pasa, trabajas como bruta en la literatura, tienes la suerte de sacar la poesia desde el aire y por eso eres bendecida.
Enhorabuena, tu herma
Ena
Enhorabuena, poeta, enhorabuena... Si en tiempos tan difíciles publicas tanto, por algo será. Para ti mis ánimos y mis mejores deseos. SIGUE ESCRIBIENDO. Esa es la señal que te deja tu 2011. Te abrazo. Jorge
Querida Odette, pues muchos abrazos por estos logros literarios que enriquecen el acervo de la literatura en general y la de mujeres. Beso. Silvia Ethel
Odette, se ve brutal tu libro, me encantaría tenerlo. a ver cómo es eso posible.
mairym cruz-bernal
Estoy muy feliz por ti y por todos nosotros, adoro cuando los amigos escritores tienen hijos-libros que ven la luz y llenan la vida de todos.
Es un punto de partida este 2011 y habrá mucho más en lo adelante, eso espero, mira que este mundo necesita que la gente diga de manera bella lo que duele y lo que la hace feliz.
A celebrar amiga mía, a celebrar!!!
¡Felicidades, amiguita! Y sí, me gusta más el título sin el artículo. ¡Qué bien record, cuatro...o mejor, cinco libros!
Muakisses...
¡Qué bien Odette!
Que te acompañe siempre el talento, la sensibilidad y la capacidad creadora. Mucha uena suerte editorial en 2012.
Mis saludos Odette.
Muchas felicitaciones por tu nuevo libro “Víspera del fuego”, un buen título, me atrae mucho al igual del temple de tu escrito. Y si “nada sucede en la víspera”. Muy de veras desde esta tierra valenciana que sigan los éxitos porque ellos son parte de la constancia en este quehacer hacia la palabra. Gracias por las buenas nuevas.
Un gran abrazo amiga.
Muchas Felicidades querida amiga!
Te quiero
Arzuaga
Feliz nuevo libro, l´stima que estés tan lejos para ir a la libreria a comprarlo.
Un abrazo enorme Odette,
Silvia Loustau
Hermoso lo que acabo de leer. Felicidades Odette por la amplia cosecha. Cariño hondo. Queve
Felicidades por tu nuevo libro. Te quiere.
Lina
Me alegra tu desborde de poesía. Ojala pueda leer su Víspera del fuego. Te quiero.
Bladimir
Felicidades y más suerte de esa para 2012!!
Mi corazón santi-chilango espero que 2012 te sea aún en todos los sentidos. Sabes como te quiero.
Me ha parecido una auténtica belleza la portada, qué maravilla de ilustración. Y luego, cuando he leído sobre qué iba, esa mezcolanza tan tuya de sabores de Habana y olores y sentidos cubanos, me ha dado, literalmente, un aguacero de ésos que inundan todo y que recibes con los pies descalzos. Harta de poemarios "zen", la riqueza de tu vocabulario (el aprendido/aprehendido) me entusiasma. Voy a intentar conseguirlo, a estas alturas del año hay necesidad de la belleza.
Abrazos enormes,
Carmen
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