martes, 21 de abril de 2009

El libro de las caras




A Tati Canett y Raquel Zozaya, los abrazos más recientes.
A todos los demás.


Mi aventura de Semana Santa fue abrirme una cuenta en Facebook. Siempre me había negado a integrarme a esa enorme comunidad porque sospechaba que no me gustaría —¡esa actitud negativa tan persistente!—, que era “cosa ‘e muchachos”, una especie de “escuela en el campo” perdida no en el monte sino en el ciberespacio. Y no me equivocaba del todo. No en balde cuando te registras y vas preguntándole a los otros miembros, como niño de preescolar, si quieren ser tus amigos, el sistema avisa con la noción de temporalidad del infante que te agarra de la mano y comparte un descubrimiento que se atribuye: “Damaris y Odette ahora son amigas”, “Camilo y Odette ahora son amigos”, “Mabel y Odette ahora son amigas”… y uno siente que debe responderle con maternal condescendencia: “No, cariño, esas personas y yo nos conocemos desde muchísimo antes de que tú nacieras”.
Así, como adolescentes en busca de autoafirmación e identidad, puedes tomar miles de pruebas a las que llaman, muy inglesamente, test o quizz. En ellas averiguarás, con asombrosa rapidez y eficacia, cómo eres en el amor, a qué elemento perteneces, cuál es tu psicopatología, qué estrella de rock hubieras sido, qué autor te elegiría como su protagonista o con cuál personaje te identificas en la saga de El señor de los anillos o cualquier otra por el estilo. Y para colmo de los colmos, también qué tan cubano eres… ¡Sia’cará!
Uno de los mayores entretenimientos es meterte a fisgonear en las páginas de tus amigos. En ellas podrás ver, sin restricción, sus fotos personales, sus enlaces, sus videos favoritos, las canciones que escuchan. Podrás enterarte también de sus pláticas con otros. Para ello hay muros que me recordaron aquel complejo de habitante de las cuevas de Altamira que internacionalizó —eso pensamos los cubanos, siempre tan creídos— La Bodeguita del Medio, según el cual uno registra su presencia por medio de mensajes escritos en la pared: “Aquí estuvieron Chuchita y Pedro”, “Carmelina, yo te amo”, “Cargue con su pesa’o”, etcétera.
Otras paredes atiborradas de palabras me vinieron al recuerdo. La de mi casa de Santiago y la del apartamento de Aristico en la calle Concordia. En ambos muros escribían todos los visitantes. Costumbre milenaria: el ser humano necesita dejar constancia de su existencia y la letra escrita o los ideogramas han sido, hasta ahora, los métodos más perdurables. "Si no estás en Facebook no existes", me había dicho Sergio días atrás. "A quien no se le menciona deja de existir", dijo Wendy hace un ratico. En eso pienso mientras entono en tempo lento y tamborileo sobre el escritorio: “En el tronco de un árbol una niña/ grabó su nombre, henchida de placer”…
Y me interno, curiosa como gato, en la página de uno de mis amigos más jóvenes. Es como entrar a su casa sin pedir permiso. Como aquellos hogares cubanos de puertas siempre abiertas y mesa de dominó en la acera, adonde podía uno llegar en cualquier momento a echarse un buchito de café o una chicha de piña bien fría mientras te balanceabas en la mecedora y te enteraban de dos o tres suculentos o insulsos bretecitos antes de seguir camino bajo el calor que no mengua. No había demasiada prisa entonces… ¿por qué ahora estamos tan apurados?
Volviendo al muro de mi amiguito, puedo ver lo que él ha escrito pero no lo que sus cuates le responden, porque aquéllos lo hacen en sus propios muros, o sea, la portada de su página personal y, además, no son “amigos” míos, lo que no me da derecho a recibir sus palabras. De modo que me encuentro ante una especie de monólogo esquizofrénico; algo así como esto:

T kiero menso
A k hora tunait en tu kasa?
No ay brnka kabn
K supermegawow
No mames güey

[así, sin coma que separe la oración del vocativo, lo cual quiere decir, exactamente ―bueno, al menos en “nuestra época”―, que te quiere así de idiota y que no se te ocurra mamarte a un güey… y el “ay” sin hache es como el grito que da mi alma]


No es un diálogo entre sordos sino la charla oída desde un solo lado y en una nueva norma lingüística. Me descontextualiza y me pierdo. Y para mí, quedarme a medio chisme es peor que la gonorrea. Me dan ganas de completarlo a mi manera y escribir una novela sobre la semicomunicación. Por eso se llama Facebook, me digo, el libro de las caras, porque sirve para echar una miradita rápida más que para disertar. ¡Y a quién se le ocurre disertar!, protestarán los jóvenes, el primer público meta de estas redes sociales. ¡Quién se va a sentar a oír/leer a un viejo loco que cada día piensa que es su día con lo apurados y ansiosos que estamos!...
¿Y por qué lo estamos tanto?, vuelvo a preguntarme y a reflexionar acerca de este tiempo de pocas palabras y muchas onomatopeyas. Por ejemplo, el recuadro de “Compartir”, donde escribes lo que quieres decirles a los demás contertulios, tiene una cantidad limitada de caracteres; así que si pensabas echarte una parrafada… ¡estás frito! Te la corta a medio aliento y listo. Quién ha dicho que éstos son tiempos de plática…
Hay un espacio, en la parte superior de la página, donde puedes comunicar tu estado de ánimo, actividades inmediatas o deseos. Unos dicen que hoy están muy contentos o muy nostálgicos; otros, que odian Windows Vista o aman el new age; algunos cuentan que van al súper o regresan de vacaciones; otros avisan que ya es hora de dormir en el Viejo Continente. Hay quien comunica que enseñará el subjuntivo en su próxima clase y quien confiesa que le está costando un huevo preparar la siguiente lección. Todo en unas diez o quince palabras, máximo. Los otros les respondemos con igual concreción o sólo insertamos la imagen de un dedito pulgar levantado en señal de aprobación, a lo Iulius Caesar, que dice “Me gusta” o uno invertido, igual a lo Julio César, que dice “No me gusta”.
¿Qué está pasando? ¿Cómo contener el pensamiento o el estado de ánimo en un número reducido de palabras? ¿Qué hubiera sido de Platón o Aristóteles en esta comunidad? ¿Cómo serían las Catilinarias, La guerra y la paz, La interpretación de los sueños o El capital? ¿Cuántos siglos de historia de la filosofía y el arte se hubieran sintetizado en quince palabras? ¿Al fin estaremos llegando a aquel viejo y socorrido consejo de los profesores de redacción que sugería escribir “claro y conciso”?
También preguntas de anciano mamón, dirá mi joven amigo y estará en lo cierto. Que éste no es el medio para disquisiciones. Hablando de síntesis, aquí la cosa es como sintetizaba mi abuelo hace mil años los asuntos simples: mear y sacudir. Veámoslo positivo: es lindo recordar aquellos tiempos en los que, como dice mi nieto Venegas, éramos “comemierdamente dichosos”, cuando “éramos felices y no lo sabíamos”, al decir Jorge Luis. Y también enterarnos de que Cala volvió a CNN, de que Lili estrenó con Abanico, Xiomara se presentará en Nueva York y Anabell grabó un disco nuevo. De que Hernán se fue a Guadalajara y Bellatin a Paraguay. De que Daniel Almenares tuvo otro vástago, de que Axel Tosca ya es un hombre hecho y derecho, de que Wendy voló a Cartagena de Indias a un encuentro de arte joven.
Hace un par de meses, cuando Eve Gil escribió la trenza sobre Wendy, me preguntaba qué sería de la Generación de los Ochenta cuando ella y Norge, los más jóvenes de entonces, cumplan cuarenta años, para lo que falta realmente poco. La respuesta es ésta: que ahora también somos amigos de los hijos de nuestros amigos —los jóvenes impetuosos de esta actualidad— y que a riesgo de parecer anacrónicos y “no saber usar” el Facebook, nos apropiamos de esta plataforma para reencontrarnos y besarnos y estar cerca, a la vuelta de un mensaje o de un dedito parado. Que como bien decía Yani Canetti hace unos días, son tan reales y tan llenadores esos abrazos, que dejan de ser virtuales.

23 comentarios:

Daína Chaviano dijo...

Me encantó tu precioso comentario-homenaje a esta red del nuevo milenio que es Facebook.

Tienes razón. Para mí, Facebook no es sólo un sitio donde los jóvenes comparten chismes a medias (aunque también lo es). Es una dimensión casi cuántica donde no hay fronteras ni límites espaciales, donde el tiempo no existe, donde nos reunimos todos en una zona virtual que va más allá de las cuatro dimensiones donde --hasta ahora-- funcionábamos.

En mi página de FB tenemos discusiones interminables sobre metafísica, "abducciones", y toda clase de temas esotéricos o "raros". Es una conversación interminable entre amigos, con la ventaja de que no tenemos que esperar a reunirnos en un sitio físico --cosa que suele ser cada vez más difícil en el mundo de hoy. Los comentarios pueden hacerse a cualquier hora del día, de la noche o de la madrugada, y desde cualquier antípoda geográfica o política. Vienen desde Estados Unidos, desde Cuba, desde la India... Es un diálogo nuevo e interminable. Una fiesta sin fin.

Pablo dijo...

Je, je... Sí, así mismo. Yo tuve que "hacerme de feisbu" pa'poder ver las fotos de una conocida a la que había perdido la pista, pero la verdá es que no entro casi nunca... Lo extraño es la cantidad de cuarenton@s como... como... bueno, como alguna gente que ya pasó de los 40, y que no hay por qué delatar ahora, y que se han incorpora'o a las filas del feisbu con tremendo entusiasmo. En fin.
Un abrazo,
Pablo

U. dijo...

Oye, Odette, ahora si no estás en Twitter no existes.

Margarita Garcia Alonso dijo...

ah que si, que si te gusta. Un abrazo.

I. Hernández dijo...

Odette,
me alegra demasiado la coincidendia. Gracias por tus palabras, y tu sinceridad. Bueno, gracias por las Palabras sobre el Facebook (de tu comentario), y por el mensaje dejado (en los mangos).

Definitivamente, el Libro de las Caras tiene su lado bueno, y a eso, se le saca provecho.

Un abrazo a la tecnolgía, y al Parque del Ajedez,

desde Montréal

Anónimo dijo...

Caramba, estoy atrás del palo: yo no me he metido ahí. Consideraré hacerlo, a ver qué sale.
Normy
Oh, a propósito, a mi hermana Valia le encantan tus comentarios de Parque... que le llegan sepa Dios por obra y gracia de qué. Me pidió que te diera las gracias por mandárselos, aunque no estoy muy segura de que seas tú quien se los envía.

Mabel Cuesta dijo...

Mi querida Odette, como siempre deslumbras.
El surgimiento de Internet como herramienta de comunicacion, en principio solo un afan tecnologico, ha traido consigo la mas grande revolucion del siglo XXI. En realidad el inicio de ese siglo.

Y en mi opinion, aun cuando hay millones en el mundo que no pueden acceder a esa magia, es tambien el primer y mas definitivo paso hacia la unica democracia posible: la que se imagina en el mundo virtual.

Paso a paso la herramienta mayor se ha ido reinventando en pequeñitas estrategias que acercan y diluyen todo el estado anterior de las cosas... que diria Kant de la cosa en si. No esta. Es solo eter. Es la cara que te abraza desde el otro lado del atlantico. Es la unica prensa libre que se publica en el planeta.Es el infinito repetido y posible, que otra vez, solo los magos, los que pueden ver esencias soñaron en la mesa de Arturo.

No soy rata de facebook, aunque estoy y me da la alegria de reencontrar a tanta gente que cuando leo que mabel y odette son amigas, no pienso en la primaria, sino en la buena noticia que supone para mi, que ahora hasta Dios lo sepa.
te abrazo,

Odette Alonso dijo...

Dios lo sabía, mi niña. Es más bien como reza un dicho mexicano: "Si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo"

Malena dijo...

Pues yo he de ser algo así como un fantasma virtual. Creo que me inscribí alguna vez, a Facebook o a otro, porque las invitaciones llueven, también en Windows Live, y sí, he aceptado ser amiga de... pero la cosa es que hasta ahora no le he encontrado utilidad: hago amiguitos o amiguitas de quienes no vuelvo a saber (sospecho que se dan centa de que no soy una jovencita como supongo que ellos lo son), y confieso que algunos y algunas amigüis, adquiridos de esta manera, me dan flojera, me atiborran de spam y me es imposible leer tanta cosa... creo que prefiero la amistad a la antigüita aunque para eso haya que echar mano aunque sea de una mínima comunicación virtual, como los correos electrónicos. .. Besos amiguita Odette

Malena (mexicana a quien conociste en otro país, pero eso sí: "en persona")

Inés María dijo...

Chuchi:
Despues de un largo y necesario silencio, aqui yo, con las baterias a punto de explotar.
Mira, tu sabes el miedo que le tenia a estas cosas, pero cuando el sicologo me mando a hacer vida social sin analizar que tengo tres diablas pequeñas, comence a echarle mano a cuanta pagina aparecia. Al principio llena de temores y curiosidad, luego curiosa y motivada y ahora, con una confianza absoluta porque, analicemos algo: no nos exponiamos mas cuando haciamos citas personales con seres casi desconocidos?
Te cuento algo, a estas alturas, ya prefiero sentarme y conversar un poquito por aca y otro por alla que hacer una visita donde me vea obligada a estar por un tiempo considerable, porque las conversaciones se han puesto tan monotonas, que luego de 15 minutos, todo gira en torno a la situacion economica, los billes, el que perdio la casa y el que se fue en bancarrota, como si a todos no nos estuviera pasando lo mismo.
Yo comence con MySpace y You Tube, y solo hablaba con conocidos, pero ahora me aviento a conocer a otras personas y te digo que las hay muy interesantes con las que mantengo largas conversaciones luego que mi tropa de choque se duerme. Primero las exploro, luego las acepto si descubro afinidad y si en la marcha me decepcionan, con rechazarla, bloquearla o borrarla, tengo lo suficiente. Hace poco le abri una pagina a mi hermana en Tagget porque se deprimio mucho; conclusion, hoy precisamente se estrena con un ciber-galan.
Cuando aun tenia miedo de encender el interruptor de la luz y llamaba a Tete o a mi papa Pedraza a que lo hicieran por mi, la tia Corina me puso -quizas para que entendiera a donde llegariamos y me preparara para ello- a leer un libro sobre un detective que iba a otro planeta donde habia ocurrido un asesinato que no podian resolver pues en dicho lugar los habitantes se visualizaba en vez de verse y tocarse. Aunque odio la ciencia ficcion, a ese punetero lo lei como cuatro veces a ver si en mi mente reproducia lo que leia y nada, llego el momento que lo lance a la basura para que no me atormentara. Hoy en dia nos esta pasando y lejos de atormentarme, me gusta porque de esa manera elijo con quien y cuando conversar sin necesidad de aceptar por cumplido. Ya no tengo que abrir los ojos y retorcerselos a la Maria Elena Orozco, te acuerdas? Que hasta si la encontrara en una pagina le dijera que es una cabrona hija de p... Pero tambien tiene otras ventajas, por ejemplo, hace unos dias necesite musica folklorica egipcia y un amigo de esa nacionalidad me la proporciono.
Nada mami, a los nuevos tiempos, brazos abiertos. Ahora mismo voy para Facebook.

Teresa Dovalpage dijo...

Muchacha, a mí me costó Dios y ayuda abrir una cuenta porque soy, como dice un ciberamigo, una ñame con teclado. Pero al fin lo logré y ahora me divierto montones y me he puesto en contacto con cantidad de gente que creía fuera de mi vida para siempre. Verdad es que tiene algunas comemierderías como eso de "fulano es amigo de mengano" y que te corten la inspiración a media miel, pero como dicen los aztecas, ni modo. Daina, tnego que ver eso de las "abducciones", me interesa...
Cariños desde el desierto

Milagro Haack dijo...

Hola Odette.

Bueno, las buenas cosas están. Hay de todo un poco y aunque tenga edad de ser mayor y sobre todo por intelecto como una vez me dijeron allí, "eres una pandillera intelectual"...risas. Bien estoy en Facebook y hay un grupo de artistas y comparto con ellos. Sobre lo demás, si hay de todo como en Internet. Pero muy de veras Odette soy Vampira y es genial. Mis hijos están y son jóvenes. Hay métodos de privacidad y los uso. Me atrapa que es un medio para comunicarse y compartir, no es de arte, el arte es una parte de uno que va. Hice una página y va directo de mi blog. Hay de todo y ese todo hace ver un poco más de esa vida de diálogos encontrados....
Un abrazo y muy de veras me divierto y hay personas que saben, me agrada la carátula de este libro vivo y en directo pero por mensajes enlaces y no puede faltar la cantidad de juegos e información que refresca

Un abrazo

Quevedo dijo...

Excelente mi querida Odette, certero y con swing, lástima que excediste los caracteres.
Un besote,
tu hermanito Queve

jtg dijo...

Ay, amiga, qué bien escribes. No pude resistir la tentación de leer tu entrada de hoy. Ya muy cansado de un día muy duro entré y disfruté como siempre con tu prosa: fresca, muy fresca, pero muy solvente a la vez. Lo de esas redes... bueno, de momento no existo y no me llama la atención hacerlo de esa manera. Así que me aferro al ermitaño que llevo dentro. Yo, para esas cosas, sigo siendo más bien del diecinueve. A mí, que no participo en lo absoluto de ningún tipo de fascinación por lo tecnológico, Internet me parece una verdadera maravilla, una revolución en toda regla en cuanto al acceso a la cultura y la información, pero también un gran riesgo frente a la necesidad de un uso "óptimo" del tiempo. Demasiadas tentaciones que conducen no se sabe muy bien a qué sitio, ni por qué caminos. En cualquier caso, y aunque sé que no necesitas de ninguna red virtual para encontrar amigos, te deseo que sigas encontrándolos sea donde sea. Te lo mereces. Desde este trasnochado limbo te abrazo.
Jorge

Eve dijo...

Bella Odette:
Me encantó tu texto... te diré que el facebook tiene sus pros y sus contras... en realidad, son muchos más los "pros". El contra mayor: quita mucho tiempo, exige mucho de ti. El contra menor, que es el mismo de los blogs: nunca falta un pinche maniático (o maniática) que quiera hacerte la vida pesada por este medio, aunque, ¡buenas noticias!, el face es tan generoso, que te brinda la posibilidad de bloquear a los indeseables.
A través del face me he reencontrado con amigas de la escuela, que hace veinte años no veía... también restablecer el contacto con gente que quiero mucho pero perdí en el camino.
Es tan democrático, que puedes solicitar la amistad de gente archi famosa... y aunque al principio dudaba de la veracidad de esto, con el tiempo me he percatado de que hasta los muy famosos se dan su tiempito para contestarles a los fans.
La primera experiencia directa con el cyberespacio de mi hija, Vicki (alias Murasaki Fujita, una artista a la que pueden localizar en el face) ha sido con este medio... y está fascinada.
Y sí es cierto: tengo amigos de entre 12 y 90 años. Siento re bonito cuando un niño o adolescente solicita mi amistad.
Como todo: depende el uso que se le de, el face puede ser la neta del planeta o algo tremendamente nocivo...
ev

Anónimo dijo...

mi querido odette, eso del feis buc jejeje, es una cosa tremenda, la verdad yo hasta hace poco me integre jaja, porque como tú me resistía pero también al igual que vos ahora ha terminado por gustarme...jijiji
te mando un monton de besos y pos nos vemos, por la feis, jejeje
jetzabeth

Efra dijo...

No, yo soy el otro que no existe, pero no tengo cabeza ni tiempo para facebook ni my space ni la chingada como dice mi amiga Niurka Marcos. Así que no te sientas mal, somos unos cuantos pero si ya entraste qué le vamos a hacer, ya recibiste al señor en tu corazón.

Nancy dijo...

El otro día oí a mi nieto Javier en sus once años decir, quérápidopasaeltiempo! lo mire con sorpresa porque pensé que esto era cosa "de viejos", no recuerdo reflexión tal en mi niñez habanera, en la adolescencia, ni siquiera en la urgencia de recoger a mis hijos en el círculo infantil, llamar presurosa a mi suegra no divorciada, decir mami, recógeme a los niños que tengo un mitin!...
Si, asomarse a esa ventana es un descubrimiento. Reafirmas la necesidad humana de comunicarse en este mundo moderno en que la gente evita el diálogo directo y prefiere la intimidad de un teclado para el acercamiento.
Es "otro disco duro" a instalar en nuestro sub-utilizado cerebro.
Disfrute mucho tu crónica, gracias!
Un abrazo direct, ja!

Anónimo dijo...

Odette:
Como siempre: ¡Excelente artículo!. Yo no he querido hacer mi Facebook, porque eso del miniblogger no va conmigo, que soy “muelera”. Pienso que también tiene que ver con algo que acabo de postear en EL REVOLICO (http://www.elrevolico.blogspot.com) sobre las personas mayores de 40, que en Cuba llamamos “tembas”.
Magaly Lloró

el goty dijo...

que razon tienes querida, y en realidad para eso es lo que sirve, como medio de comunicacion, ya veremos que depara el futuro porque aun esta sin escribir, a proposito inesita tiene razon M E orozco es una C hija de P lo se en carne propia. besos goty.

NancyG dijo...

Querida Odette, yo he disfrutado tu rollo con Facebook como no tienes idea. Qué risa. Hasta en los matices, quizás por eso del Acuario. Aunque debo confesarte que claudiqué con el lugarcito. Alguna vez entré, y en una semana, tenía más de 200 amigos. Lo tremendo, los conocía a todos aunque algunos eran amigos de amigos que nos teníamos perfectamente ubicados. Entonces, comenzó la agonía con las horas y tuve que decidir. Para dejar Facebook, aquí te va la razón mayor: ¡que el día tiene 24 hoooooooras, niña!

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Estamos de acuerdo... Nosotros (los de más de 40) podemos usar -a nuestra manera el Facebook- es más, te buscaré

Un saludo poético desde Medellín

Anónimo dijo...

Tampoco tenía intenciones de formar parte de la red -Facebook- pero un día la curiosidad me picó, y respondí a una invitación.
Sabés ahora lo encuentro interesante. De pronto la distancia se acorta, y la sala se llena de amigos.