miércoles, 3 de febrero de 2010

Desorden del caos





La pantalla se ha vuelto una sonrisa de mil dientes, una mueca de Jim Carrey. En el vaso de vidrio hay un licor espeso. Me lo llevo a la boca lentamente y cuando trato de beberlo, se transforma en una negra mariposa, enorme, del tamaño de la risa que ya desborda la computadora, me cae sobre las piernas, se riega por el piso como un río sin cauce.
Una hormiga trepa por mi brazo. Es un tatuaje y sin embargo, siento su huella conquistándome el hombro como la punta del Everest. Va repitiendo, en sordina, un sonsonete de Manu Chao: Mano Negra, clandestino; peruano, clandestino; africano, clandestino; marihuana, ilegal… De un tirón me saco la faja de cuero cual si la fuera a azotar… ¿A la hormiga o a mí misma?, me pregunto.
Pareciera que hay hielos adentro de mis botas y ratones que se enredan en mis pies, me impiden el paso, echan pestilentes bocanadas. La gente no parece notarlo. Brincan cual si bailaran una danza rusa. Ríen a carcajadas. Se dibuja ante mis ojos —¡tan bella!— la Medusa. Su mirada me deja como estatua de sal. A diferencia suya, con la cabeza calva y una luna dibujada en la mollera. Una luna y una sonrisa de mil dientes.
Como cada noche, voy subiendo la escalera del metro Etiopía. Afuera, en la plaza —llamada ahora De la Transparencia—, hay una pira formada con ejemplares de Espejo de tres cuerpos. Es alta como el faro de Alejandría o como aquella hoguera donde incineraron a Indira Gandhi. Sergio la circunda vaciando alrededor el combustible de un galón plástico. Luego acerca una antorcha y todo arde. Veo estrujarse, ennegrecido, el torso desnudo de la modelo fotográfica de Marta María. El azogue en que se mira es rojo escarlata. Acerco pies y manos; al fin me caliento de mi propio fuego. Y no hallo alivio.
“No tengo fuerzas para seguir luchando”, murmuro apenas y Dora me responde: “Manda todo a la goma”. De pronto estoy echada boca arriba en la piedra de los sacrificios. El verdugo —que es la Medusa– pasa sobre mi cuerpo una pluma de ave. De ave del paraíso. “Sácame el corazón aztecamente” le pido en un susurro y veo alzarse el hachita de obsidiana. Unas letras se dibujan en mi mente; parecen bordadas a mano: “Todas las respuestas te serán dadas al momento de la muerte”. Me fascina la sangre, su color, su borboteo.
Un sabroso y buen danzón, a media luz el corazón… Y en la pista una pareja se vuelve a enamorar… Regurgitan los hornos como un coro de ángeles. Se caen los antifaces cuando me hiere el día. Que en mis palmas abiertas se derrame la luz; que ella limpie mis manos de tantas soledades. Que borre, si es posible, la vieja cicatriz.
Una voz de otro tiempo dice mi nombre, Odette, con la “t” muy bien marcada. Voz de mujer, ajena y familiar. El aspersor rocía mi lengua de amargura, un enredo de alambres tapiando mi garganta. El rostro de un amigo ondea en esa tela que parece una mortaja. La gata blanca y negra me observa desde lejos. De pronto es real y luego artesanía. Tiene, colgada al cuello, una tarjeta que dice “Reservado”. El caos es el orden verdadero, es la marca indeleble de estos días. Es como si esperara cruzar algún umbral y yo fuera la gata, una sonrisa de mil dientes, un garfio en el lugar de la esperanza.

18 comentarios:

Escombros Hablaneros dijo...

Cuánta metamorfosis mi querida Odette o será otra persona quien cuelgue éste comentario

teresa coraspe dijo...

Hola Odette: Recibe mi saludo, hoy en la mañana estuve por aquí y no había nada nuevo, buscaba alguna información sobre ese tal Ramiro importado de Cuba para Venezuela, según para solucionar el problema eléctrico,¿ Esa gente cree que somos incautos?. ¿Es cierto que ahora allá en Cuba sólo tienen Internet los empleados públicos? Y la gente del pueblo con más carencias cada día; recibí un Video y creí que era de hace tiempo, pero parece que es actual, justamente sobre el caso-internet-Cuba; ¿Qué más inventará esa gente? Pienso que cada día este país se hace más cubano,dolorosamente parecido, y sabes que no te hablo del pueblo, sino los tiranos que nos gobiernan ; no me agrada decir así, no me siento gobernada por una tiranía. Ves que al fin te escribo desde aquí, quizás porque deseaba decirte estas palabras con mi saludo y amistad. Teresa.

Juan C Recio dijo...

Muy bello y conmovedor y díficil no meterse dentro, entenderte, un abrazo y gracias por estas cosas y porque las dices para todos nosotros.

Anónimo dijo...

qué otra cosa más certera en la vida que el caos. un abrazo mi querida odette. millones de abrazos. jetzabeth

Margarita Garcia Alonso dijo...

Esta cronica esta tan llena de poesia que es imposible olvidar que enciendes la pira, caminas sin zapatos sobre el fuego y detras de cada palabra me miras, los ojos bien abiertos para ver si entendi el codigo odetiano. Pues si, cariño mio, si, que duela... besotes

rafa dijo...

Que loco viene este Parque, filoso, kafkiano, herido.

Mabel Cuesta dijo...

como todo angel, bien lo sabe Rilke, eres terriblemente certera.
Gracias por el ser y el verso,

Anónimo dijo...

Me sentí en la antiguedad, traspasando hogueras rodeadas por murallas... y después de recibirme esa medusa impresionante, ya la lectura se convirtió en saga. Me gustó mucho!
Abrazos,
Karin

jtg dijo...

Uffff... soberbio relato, amiga. Hubo un tiempo en que mito y poesía y filosofía y religión eran la misma cosa: ¿imagen tal vez? Yo creo que ese tiempo aún no se agota ni bajo el machaqueo de lo terriblemente fáctico. Como diría Guillén, el de aquí, "Los hombres son aún preliminares" y esos hombres, afortunadamente, no saben vivir sin imágenes. Gracias por militar y ejercer, amiga mía... Te abrazo.
Jorge

Teresa Dovalpage dijo...

¡Hermoso, Odette con la t bien marcada! Y esa gata blanca y negra tiene su aché. Maullidos cariñosos desde Taos…

Bertha de la Maza dijo...

No te preocupes OdeTTe, resguardaré los ejemplares que tengo de Espejo de tres cuernos. Sueña cosas lindas. Bonita noche,
Bertha

Rubén D dijo...

Qué hermoso y estremecedor este escrito Odette, es uno de los más especiales tuyos que he leído, de esos que nacen en días especiales, duros y a la vez maravillosos.
Un abrazo curativo.

Anónimo dijo...

Magnífica prosa. La escritura en ti es sabia.

D dijo...

alta literatura tu post

el goty dijo...

la teoria del caos, un orden dentro del desorden del planeta y de nosotros mismos, una mariposa aletea en mejico y un maremoto ocurre en japon, el amor sigue siendo el tema central de nuestra vida y nos mueve a su antojo; no crees?. un abrazo, goty.

Ana P dijo...

¡Pucha! Mejor que las crónicas inquisitoriales... me transporté.

Anónimo dijo...

Este último Parque está muy bueno Odette, sobre todo me gustó la
ilustración y tu redacción tan onírica. No me pierdo tus entregas, son
retebuenas.
Lita

Unknown dijo...

también soy d Stgo, un poco cerca, para algunos lejos del parque del ajedrez... te visito cada vez q puedo, nunca dejo comentarios, esta vez me es imprescindible... quién será la musa que te inspira a cada letra precisa?
Un beso